Comienza así



Sin experiencias difícilmente habrá un relato. Aunque estando vivos plagarnos de ellas es casi inevitable, y de eso se trata un poco existir, de andar por diversos caminos, sencillos y complejos, gustosos y no tanto. Pasamos por ambos y luego, en algún punto algo sucede, termina, cambia o se transforma. Las experiencias se acumulan como si fuéramos un gran libro y las llevamos con nosotros mientras seguimos andando. Estoy segura que tenemos más de una historia para contar y si bien algunas pueden ser semejantes, al igual que nosotros no hay una igual a la otra. Sin embargo, es en la semejanza en donde creo que podemos acompañarnos y ayudarnos. Entonces, paso a paso quiero y voy a contarte lo que he aprendido y lo que sigo aprendiendo; con el deseo de que entre todo encuentres motivación si la necesitas, herramientas si las estás buscando, o compañía mientras vas construyendo tu propio camino. Soy Ale y soy ilustradora. A través de las imágenes y las palabras me dedico a contar historias. Tengo un estilo que viaja de lo simple a lo decorativo e intrincado. En ocasiones trabajo la imagen acompañada de texto, aunque lo que me llena de satisfacción es cuando logro generar un cúmulo de emociones sin palabra alguna. Y esto no ha sido tarea sencilla, sigue sin serlo y mejor así. El caso es que, lo que en un momento era difícil para mí a su propio ritmo se convirtió en mi propio modo de hacer las cosas.


No sabes si hablo de la vida o mi trabajo? Bueno, de algo de eso va este blog.


Una vez estaba en una reunión familiar y el escenario era este: mesa larga en la cocina, despliegue de tapas de empanadas y mezcla. Siete mujeres de entre 30 y 85 años haciendo repulgue. Era recién llegada a la familia y me acerqué a colaborar, así que el grupo encantado me hizo lugar y me señaló las cosas para comenzar. A todo esto, yo no sabía hacer repulgue. Una de ellas me enseñó a hacerlo con el tenedor, no me salió. Otra me dijo que lo haga con la yema de los dedos sobre la mesa, tampoco me salió. Así, una a una me fue mostrando su técnica, a mí no me salía ninguna. Finalmente, siguieron con su trabajo y me quedé parada sintiéndome una inútil completa. 


Pero no me fui, me quedé ahí mirándolas tratando de descifrar el cómo. En eso, veo que una de ellas no apoyaba la empanada en ningún lado sino que la sostenía con una mano y cerraba con la otra. Así que la observé, en detalle cada paso de la secuencia hasta que esta frase saltó en mi mente: ¡Ah! ¡Eso sí lo puedo hacer!


La cuestión es que, en ocasiones no es que no lo puedas hacer, sólo se trata de encontrar tu modo. Si lo pensás un poco no queremos hacer absolutamente todo. Sólo queremos poder hacer aquello que hace que nos sintamos satisfechos y a gusto con nuestros días. No va a suceder exactamente como lo imaginamos, pero existen distintos modos. Por eso, con toda seguridad creo:


Primero, que el modo en que vos decidas hacer algo, sólo por ser vos va a ser único.

Segundo, que vas a sorprenderte al ver de lo que sos capaz.


Te cuento esto porque por mucho tiempo creí que no tenía nada nuevo que aportar, pensaba: “hay tantos que hacen lo mismo y lo hacen mejor, no hay nada que yo pueda sumar” Imaginate lo errada estaba. Muchos años después, la historia de un repulgue me recordó una enseñanza que estaba juntando polvo, salió y se plantó. Eso me trajo hasta acá, a volver a escribir porque creo que hay muchas formas de hacer las cosas. Y si somos varios compartiendo lo aprendido y enseñando nuestros aciertos y tropezones, entonces vos vas a tener más de donde elegir para tomar los que te inspiren, los que te motiven a construir y crear tu propia manera de hacer las cosas.



Q U É   V A S   A   E N C O N T R A R 


1. I N S P I R A C I Ó N


Te voy a contar sobre el instante en que surge una buena idea, cómo es ese proceso de pensamiento y cómo hago para que esa idea crezca hasta convertirse en una historia o concepto que luego ilustro. Te voy a hablar sobre el cuaderno de bocetos. Te voy a mostrar cómo trabajo el mío, qué apuntes tomo, cómo pienso, qué me pregunto, cómo me motivo. Te voy a contar sobre la observación y las emociones. 

Esta parte del camino es muy íntima y particular, propio de cada persona. Aún así se trata de vivir con la intención de inspirarse, de buscar para crear, y tal vez encuentres algo que te resulte práctico.


2. P R O C E S O S


Te voy a mostrar el proceso concreto de trabajo. Desde el bosquejo hasta la ilustración final. Cómo selecciono los recursos y por qué para hacer el dibujo. Qué problemas surgen y cómo los resuelvo. Qué sucede mientras dibujo, cómo surgen otras ideas. Cómo hago determinados elementos, cómo sigo aprendiendo a dibujar e investigo para hacer las cosas diferentes cada vez.

Esta es la parte de la acción concreta, dibujar. Se trata de aprender y explorar las distintas técnicas.


3. C R E A T I V I D A D y M O T I V A C I Ó N


Esta es la parte en donde la vida y lo que hacemos confluyen. Por un lado, te voy a contar sobre las herramientas que conozco para potenciar nuestra creatividad. Cómo ejercitar el músculo del cerebro para pensar las cosas de una manera distinta. Te voy a hablar sobre imaginar para creer y crear otros mundos posibles.

Por otro lado, voy a dar rienda suelta. Te voy a contar de la vida, sus bifurcaciones y sus detalles. Probablemente te cuente de mis experiencias, de mis miedos e inseguridades. También de mi manía de querer hacer de todo y cómo, finalmente, encaminar tantos sueños para que encuentren su cauce.




Creo que nos necesitamos. Creo que por distintos motivos puede haber personas sintiéndose extremadamente solas. Creo también que hay momentos en que esa soledad nos hace sentir incapaces e insuficientes. Lo sé, he estado ahí, y a veces vuelvo. Algo más sé, que en mis momentos más bajos si bien podía no tener a nadie a mi alrededor, personas que comparten sus historias me ayudaron a sostener la mía. Eso, y mi alma creativa.


Bienvenida/o, el sombrero creativo y yo estamos felices de que estés acá.


Abrazo inmenso y te espero en la siguiente historia.






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